martes, 5 de septiembre de 2017

Los felices y locos años veinte


Felices, optimistas, locos... un espejismo, una necesidad de intentar ser dichosos tras el trauma de la Primera Guerra Mundial y tras la inmediata posguerra, unos años duros caracterizados por un marcado afán de revanchismo, "el espíritu de Versalles", que prolongó psicológicamente el conflicto con el asunto de los tratados de paz que las potencias aliadas firmaron -o simplemente dictaron- con los países derrotados. Y Alemania fue la gran derrotada, la gran humillada, con esas reparaciones e indemnizaciones de guerra imposibles de pagar.

Lo cierto es que tras 1925 se dio por saldada una etapa negra y se abrió un periodo de progreso, de concordia, de esperanza. La economía parecía reactivarse. Se inició un ciclo expansivo con epicentro en los EEUU que fue contagiando a los países europeos, una especie de clima de euforia y de fe en el futuro. 



Los Acuerdos de Locarno de 1925  trajeron un aire nuevo a Europa que dejó en el cajón de los agravios las diferencias entre vencedores y vencidos. Y de esa nueva etapa de la posguerra surgió un nuevo espíritu más amigable, más positivo y más optimista. La sombra negra de la guerra parecía alejarse. La pesadilla vivida iba quedando atrás.





Pero el tiempo nos dijo que aquello era, en realidad, un espejismo, un trampantojo. Apenas un paréntesis entre dos guerras. Tal vez una pausa entre dos partes de un mismo conflicto, con una Alemania dispuesta a cobrar cara la humillación sufrida en Versalles.




En efecto, tras la llegada al poder de Adolf Hitler en 1933, se fue preparando el terreno para un conflicto todavía peor que el anterior. La crisis de los años 30, tras el crack bursátil que se inició en Wall Street, trajo a toda Europa y especialmente al país germano, tan castigado por el asunto de las reparaciones, más miseria, más rencor. Y el discurso populista y agresivo del führer caló entre la población y encendió la mecha del conflicto.

38 comentarios:

  1. Porque los discursos populistas entran con fuerza cuando se pierde la entrada de dinero en el banco, el cajón, la mesita de noche o el monedero.
    Y aquello que era un servicio y que lo prestaban los charnegos ( o sea los no autóctonos, empezó a ser molestia general porque además empezaban a quitar mano de obra nacional.
    Y la historia se repite, y se repite, y se repite.
    Salut

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    1. Y no acabamos de aprender la lección. Debe ser la naturaleza humana.
      Saludos, Miquel.

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  2. Ahora diríamos que el fulano del bigotillo ridículo era un populista y un loco. Creo que eso del "populismo" nos suena mucho de escucharlo en el telediario. Esperemos que no se repita y que esta paz que disfrutamos no haya sido otro paréntesis...

    Un saludo y bienvenido a las redes sociales.

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    1. Sí, son palabras que se ponen de moda. Antes se usaba más la palabra "demagogo". Más o menos lo mismo.
      Saludos, Carlos.

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  3. La guerra comprime las voluntades y la reacción es esta expansión que fue notoria y marcó toda una época. Otra cosa bien distinta es lo acontecido tras la Segunda Guerra mundial.

    Un abrazo.

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    1. Parece que se aprendió algo tras la segunda. Lo malo es que las lecciones se olvidan. Hoy ya no tenemos memoria.
      Un abrazo, Paco.

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  4. Da respeto y temor leer lo que sucedió en la postguerra de la primera guerra mundial, porque nunca se sabe cómo va a ser el futuro y si las crisis se cierran y cicatrizan o siguen supurando.
    Un abrazo.

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    1. Y además, como no aprendemos de nuestros errores pasados... pues eso.
      Un abrazo.

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  5. Ahora ya ni felices años 20 tenemos. Encadenamos crisis y problemas sin resuello, como si no pudiéramos vivir sin ellos. Ahora son los enconados dos mil.

    Bienvenido de regreso, Cayetano, ya se te echaba de menos y eso que no has abusado de tus vacaciones!

    Bisous

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    1. Creo que no tenemos remedio como colectivo.
      Un abrazo, Montse.

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  6. Felices, loco... y sobre todo breves: si restas la primera posguerra y la crisis económica final, la década feliz se te queda apenas en un lustro ¡y eso si llega!
    Un saludo, Cayetano. Yo también intento el regreso: se ve que tenemos septiembre marcado en rojo, jejeje

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    1. Una segunda "belle époque" que también acabó como el rosario de la aurora.
      Saludos, Xibelius.

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  7. Los momentos de euforia siempre han sido un mal síntoma, el tiempo demuestra, lo que tú has denominado "un espejismo, un trampantojo". Lo exacerbado, el frenesí, las exaltaciones masivas..., a menudo, todo esto esconde una desilusión colectiva.
    Lo malo es que, para bien o para mal, la memoria es escasa y apenas recordamos el dolor.
    Un abrazo

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    1. La euforia es indicativa de que algo no funciona.
      Y sí, somos olvidadizos. Y luego pasan cosas.
      Un abrazo, Francesc.

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  8. Un tiempo de cielo claro y azul entre tormentas infernales.

    Unos años en que se intentó olvidar y enterrar las pesadillas de lo vivido entre glamour y champaña.

    Tengo que reivindicar un dia de estos el vocablo "populismo", tan denostado como mal usado en estos últimos tiempos.

    Para referirnos a ciertos políticos y sus discursos cargados de demagogia, seria mas acertado "populachero".

    Estoy hasta el gorro de políticos faltos de la mas mínima preparación en oratoria y en utilizar términos correctos.

    Ya que se ganan la vida hablando ( porque hacer, no hacen absolutamente nada ), al menos que lo hagan con propiedad.

    Ya se te echaba en falta por aquí, chaval.

    Un abrazo.

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    1. Gracias, Rodericus.
      A mí me gustaba más en tiempos lo de "demagogo". Ya sabes que va por modas.
      Un abrazo.

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  9. después de la guerra, el desborde fue natural. Un poco de aire fresco sin imaginar que se aproximaba otra guerra peor. Muy buena entrada.

    mariarosa

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    1. La gente deseando vivir y poniendo fe en el futuro, mientras las naciones se preparaban para otra guerra peor.
      Gracias. Un saludo.

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  10. ¿Hubiera dejado de ascender Hitler al Poder si no hubiera tenido Alemania que pagar tantas reparaciones de guerra y no se hubiera sentido tan humillada?

    Yo creo que no. El tema es, a mi juicio, mucho más complejo.

    Aprendamos de la Historia. Los demagogos populistas me dan - cuanto menos- urticaria.

    Bienvenido de regreso, Cayetano, una alegría tenerte de nuevo.

    Abrazos

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    1. Quién sabe; aunque Hitler fue el líder "adecuado" en el momento preciso y que dijo lo que mucha gente quería oír. Triste.
      Un abrazo, Myriam.

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  11. Una época que fue de catarsis, más que de alegrías. Pero algunos estaban a la vuelta de la esquina esperando para cobrar venganza.

    Ya te veo muy activo de nuevo Cayetano.

    Saludos

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    1. Así fue.
      Ya vuelvo con bríos renovados. A ver lo que duran. Jejeje.
      Saludos, Manuel.

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  12. Fue una época que dejó huella por la alegría que se derrochaba por todos lados, pero como tu muy bien dices solo fue el preámbulo de la otra guerra aún más cruenta
    Interesante recordar esta época,y tu la haces un buen retrato de la misma.
    Un saludo
    Puri

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    1. Es como otra "belle époque": el optimismo exagerado antes de la catástrofe.
      Un saludo, Puri.

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  13. Olvidar la guerra...
    Es cierto catarsis mas que alegria, me encanto tu modo de enfocarla.
    Saludos.

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    1. Un mecanismo de autodefensa ante el infortunio. Funciona casi siempre.
      Un saludo, Adriana.

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  14. Un tiempo de esplendor y despreocupación entre dos guerras mundiales. Nada hacía presagiar que las nubes ocultarían el sol tan pronto, ¿o sí?
    Un saludo

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    1. Los ciudadanos, como siempre, viviendo en las nubes. Los políticos ya sabían de algunos de los manejos de un tal Adolf a partir de 1933.
      Un saludo, Carmen.

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  15. Llego tarde, pero bueno...mi coco sigue barajando algunas entradas aunque aún no tengo ocasión de escribirlas con propiedad. Sabes que estoy de acuerdo con tus conclusiones.
    Eso si, una anécdota: mi padre vivió como emigrante en París durante aquéllos tiempos . El tenía el don de transmitirme sus experiencias, al pobre sólo le quedaba su niñita, hasta su final.

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    1. Y sé de buena tinta que entre tu padre y tú hubo buena química y cierta complicidad.
      Un saludo, Emejota.

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  16. y pensar que las "locuras" que hacian en esas epocas no son nada comparadas con las "locuras" de estos tiempos! no quiero ni imaginarme lo que haran mis nietos!! oh dios!!!
    El clima economico y belico en el mundo esta muy agitado, con todos estos loquitos en el poder me pregunto si la proxima decada de los 20 que se nos avecina sera mejor o peor!!? que incertidumbre!

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    1. Algunos dicen que ya va tocando otra ronda. Espero que se equivoquen.
      Un saludo.

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  17. Felices no sé si lo sería en realidad; locos, creo que sí. El periodo de entreguerras fue como un paréntesis de incertidumbre y evasión con un pésimo final.
    Saludos.

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    1. Ni más ni menos. Una pequeña pausa entre las dos partes de un conflicto.
      Saludos, DLT.

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  18. Podemos imaginar las ganas de vivir de aquellas personas que sufrieron tanto y a las que, en muchos casos, aún les esperaban tiempos peores. Y fueron dos generaciones seguidas.
    Por eso, cuando escucho a los especialistas en el discurso del odio... Mejor dejarlo, Cayetano.

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    1. Si al menos sirviera para que aprendiéramos algo. Aunque lo dudo.
      Saludos, Ana.

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  19. Nada como un paseo por el recuerdo de la fenecida República de Weimar...

    Saludos,

    J.

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