domingo, 15 de mayo de 2011

El exilio interior en la España de posguerra


Imagen tomada de aquí


Todavía hoy son muchos los ciudadanos españoles que piensan que los males de la guerra acabaron con ésta, que la guerra fue un desastre donde gentes de distinto bando hicieron barbaridades a partes iguales. Y que acabada la guerra se empezó a construir un espacio donde, con las limitaciones propias de una dictadura, todos tenían su lugar. Y a ese tiempo de reconstrucción nacional y de “convivencia” se le vino a llamar período de paz. “25 años de paz”, ponía en los carteles que conmemoraban en 1964 los 25 años de la victoria del bando franquista. Con Franco teníamos paz, repiten todavía hoy algunos españoles.

O es no querer ver las cosas con ojos objetivos o se trata de justificar las atrocidades de la dictadura o es falta de luces y entendederas; pero paz, lo que se dice paz, muchos cientos de miles de españoles no la conocieron en aquellas aciagas décadas de los años 40, 50 e incluso 60.
Desde un primer momento, la división entre vencedores y vencidos fue tajante. Y los considerados derrotados o desafectos al régimen fueron perseguidos, encarcelados, ajusticiados, desterrados, vigilados o expulsados de sus puestos. Muchos de ellos se encontraron sin trabajo, sin bienes, sin futuro. Su paso por la cárcel, muchas veces con un coste enorme en salud, no concluía en una reinserción sino que lo que después venía era el rechazo del sistema por estar estigmatizado y ser un enemigo al que habría que seguir vigilando. De esta manera, muchos ciudadanos eran tratados como delincuentes peligrosos. El hambre, la enfermedad y el olvido se cernían sobre sus personas. Muchos hicieron de tripas corazón y lograron sobrevivir, no volviendo la vista atrás, empezando de cero y encerrándose entre las gruesas capas de su hermetismo y su silencio, resignándose a practicar el exilio sin moverse de su propio país: el exilio interior.

La cárcel franquista sirvió durante décadas de órgano fundamental en la tarea de vigilancia y mano dura que las autoridades habían diseñado para asegurarse el control de la sociedad y poner fuera de la circulación a ciudadanos sospechosos de izquierdismo. La cárcel franquista no cumplía el objetivo de todo sistema penitenciario moderno: reinsertar socialmente a personas que habían cometido un error en su pasado. Era simplemente un órgano represivo y de castigo. Su función no era educar o recuperar o enmendar sino escarmentar a muchos ciudadanos que se vieron de esta forma tratados como delincuentes o apestados de los que había que alejarse para no contagiarse o seguir sus pasos. Esta era la forma en la que los vencedores -pero no “convencedores”, siguiendo a Unamuno- tenían de aplicar los principios de la caridad y la piedad cristiana que decían defender.


Imagen tomada de aquí

De esta forma, muchos intelectuales, escritores, poco entusiastas del régimen triunfante, tuvieron que replegar sus alas y para no complicarse la vida con un sistema poco tolerante que los vigilaba, decidieron practicar su propio exilio interior. Y la creación artística y literaria se vio afectada por ello. Junto a la literatura del bando vencedor, con obras de Cela, Pemán, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo (aunque luego éste último se desmarcó del falangismo franquista), empezaron a proliferar obras anodinas, insustanciales, ligeras, de mero entretenimiento. También hubo valientes, como Buero Vallejo con su teatro o los poetas sociales como Blas de Otero, Gabriel Celaya o José Hierro que arriesgaron algo más y lograron lanzar sus mensajes descarnados y terriblemente humanos que hacían pensar, denunciando las injusticias, la miseria, la falta de horizontes…haciendo auténticos juegos malabares para no tener problemas con la censura. Se trataba de ser más inteligentes que los vigilantes y usar un lenguaje ambiguo que, en su complejidad metafórica, pudiera burlar a los censores y llegar a su destinatario: un público culto.

Como muestra vale un botón:

Nosotros somos quien somos. ¡Basta de Historia y de cuentos! / ¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos. / No vivimos del pasado, ni damos cuerda al recuerdo. /Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos. /Somos el ser que se crece. Somos un río derecho. /Somos el golpe temible de un corazón no resuelto. / Somos bárbaros, sencillos. Somos a muerte lo ibero. / Que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero. / De cuanto fue nos nutrimos, transformándonos crecemos. / Y así somos quienes somos, golpe a golpe y muerto a muerto. (…) / ¡A la calle!, que ya es hora de pasearnos a cuerpo / y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
(…)

Gabriel Celaya, Cantos Iberos.

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Una obra fundamental sobre este tema:
El exilio interior: cárcel y represión en la España franquista.
Gómez Bravo, Gutmaro. Ed. TAURUS. Madrid 2009.





56 comentarios:

  1. ¡Que razón tienes con ese exilio interior! Aunque en algunos casos, fue más un cambio de identidad política por temor al régimen que había. Glorifico más a los del exilio exterior, que vieron las penalidades y frustraciones que pasaron sus compatriotas, y con sólo una única esperanza...

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  2. Javier: los dos exilios fueron duros, pero los que se fueron además sentirían añoranza por su tierra y por los suyos.
    Un saludo.

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  3. Tuvo que ser durísimo para ambos exiliados. Quien no pudo o no quiso salir de su país, tuvo que agachar la cabeza y tragar con todo. Recuerdo un excelente profesor universitario que tras ser expulsado de su labor docente, ejerció mil trabajos antes de terminar de profesor particular. Y encima viviendo con miedo por si le venía algo peor. Me cuesta imaginar su dolor.

    Abrazos, Cayetano.

    PD: Tu entrada de la 2ª Guerra Mundial en 300 palabras le ha venido de perlas a mi hija pequeña para el exámen. Gracias.

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  4. Malos tiempos para todos los que eran de otra cuerda.
    Me alegra saber, Enrique, que a tu hija le haya servido el resumen de la guerra.
    Un saludo.

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  5. Pues sí, así eramos, así somos, ¿así seguiremos siendo? Beso.

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  6. Muy dura debio ser la represión que siguió a la guerra, como en todos los regímenes autoritarios, donde los militares tienen el poder. Muchos pudieron huir, otros fueron encarcelados, algunos salieron de las cárceles, otros no, y otros que no se significaron mucho, pero de ideas radicalmente opuestas, tuvieron que tragar y tragar para seguir viviendo. Has descrito muy bien la posguerra. Y nosotros sólo la conocemos por testimonios de otros...
    Un abrazo.

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  7. Emejota: tal vez somos el resultado, el producto final de lo que hemos ido siendo por el camino. Muchos pedacitos de "yo" sumados a lo largo del tiempo.
    Un saludo.

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  8. Paco: afortunadamente no hemos vivido lo peor de la posguerra. A muichos algo nos tocó del final.
    Un saludo.

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  9. Estupenda entrada Cayetano, llevas mucha razón, les cerraron la boca a los vencidos sin ninguna contemplación.
    Celaya era único y escribió perfectamente entre lineas.
    Gracias por repetir tu comentario en mi blog, se borraron todos los comentarios escepto el de Cabopá.
    Te diste cuenta, me dió mucha alegría.
    Es la primera vez que me pasa, veremos si blogger no se descompone más.
    Un abrazo.

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  10. Rosario: esperemos que lo de blogger no se repita muy a menudo.
    Un saludo.

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  11. Como ya he comentado en alguno de los posts de los 14 de abril, conocí estando ingresado cuando tenía 15 años en un hospital por poblemas que no vienen al caso, a un señor que vivió talmente lo que cuentas, y eso me impresionó mucho. Muchos años después, en mi "morboso" viaje al Valle "de la muerte", como yo lo llamo, no pude evitar llorar al recordar a aquel hombre, del que no recuerdo su nombre, que trabajó allí, como un "esclavo", levantando el mausoleo de aquel hombrecillo.

    Saludos, Cayetano.

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  12. Que duro, que mal lo tuvieron que pasar, el silencio, el no poder hablar, la humillación y cuántos años, toda una vida, se hicieron viejos esperando.
    Un saludo.

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  13. Hola Cayetano:

    Se habla de lo que sufren los exiliados, pero estos internos, que ven no poder expresar su pensamiento debió ser peor (es peor)...

    El poema...genial

    Saludos

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  14. Conocí en Madrid a un anciano republicano, literato posiblemente de tercera fila, que me contó su imposibilidad para conseguir ningún empleo relacionado con la cultura; eran ya los años 69-70. El hombre sobrevivía de vender por los establecimientos hoteleros mapas turísticos. Había estado en la cárcel, pero seguía morando en un exilio interior.

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  15. Creo que paz entendida como paz, es decir, ausencia de guerra y de movimientos bélicos sí que hubo durante los 40 años del franquismo. Sin embargo, para mantener esta paz se extendieron las prácticas represivas que tan bien explicas...paz represora, una paz al estilo del antiguo régimen, es decir, estarás en paz y vivirás bien y tranquilo si haces lo que dice el Régimen, si "te portas bien"...es la eterna historia de las guerras, de los vencedores y de los vencidos...es aquí donde surge el tópico de que la historia la hacen los vencedores...

    Un saludo.

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  16. Dissortat: aquel monumento se hizo con la sangre y el sudor de vencidos anónimos, tratados como esclavos, condenados a trabajos forzados. Una vergüenza.
    Saludos.

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  17. Eduardo: se hicieron viejos. Algunos no llegaron. Otros vieron recompesado su trabajo al cabo de los años.
    Un saludo.

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  18. Manuel: nunca sé qué es peor, si irse o quedarse. Depende de la historia de cada uno, del exilio particular.
    Un saludo.

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  19. Francisco: algunos lo pasaron muy mal. No sé dónde se quedó la caridad cristiana de los vencedores.
    Un saludo.

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  20. Carolvs: en efecto, una "paz" sin tanques pero no dejando a la gente vivir tranquila, "en paz". Y lo peor de la dictadura que se impuso es que además de dictadura, era cateta, cutre, con ese tufo a naftalina de ropa vieja guardada en el armario.
    Me imagino que por Turín la cosa ha ido bien.

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  21. ¡A la calle, que ya es hora! Es que no llegó la paz, Fernán Gómez lo explica muy bien en "las bicicletas son para el verano", es que no ha llegado la paz, hijo, ha llegado la victoria" Buero fue un gigante y algo todavía mucho mejor: un desobediente, pero también estaba protegido por una fama internacional que tantos otros no tuvieron. Creo que ese exilio, el ser extranjero de pronto en tu propia casa es mucho peor que el otro. Un abrazo, Cayetano, preciosa entrada

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  22. Sí sí, todo genial por Turín, calor y bochorno (con un poco de lluvia) pero bien :), con las personas a quien se quiere siempre se está bien

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  23. Alma: Buero tuvo suerte. Estuvo condenado a muerte y se libró. Otros no tuvieron la misma fortuna.
    Un saludo.

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  24. Aayyy si si sabré yo de exilios interiores,de poder hablar del clima o con suerte de futbol, de mis libros enterrados,de fijarse que musica poner fuerte,de soportar callado.
    Duros tiempos Cayetano, duros tiempos en los cuales me tuve que ir de mi ciudad natal y con una gambeta que en definitiva y por azar me entere luego salvó mi vida,duros tiempos

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  25. Nando: ya veo que esto del exilio interior no es privativo de ningún sitio y que muchos habéis sufrido el vuestro. En fin, mala cosa esta de estar callado y vigilado. Verás que he puesto unos fragmentos del amigo Celaya, el poeta que se la jugó durante el franquismo más de una vez y al que en su entierro en su país vasco natal unos energúmenos independentistas le insultaron y también a su compañera Amparo llamándola "española". Tremendamente injusto ¿no?
    Un saludo.

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  26. No por casualidad blog se abre con una línea de Gabriel Celaya, el gran poeta de la lengua castellana le guste o no le guste a los energumenos devotos del proto fascista Arana y Goiri ,vamos que los nacionalismos racistas me dan demasiado asco

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  27. Y además pertenecen ambas al mismo libro "Cantos iberos".
    Pienso lo mismo que tú del nacionalismo cuando se convierte en una porquería xenófoba y excluyente.
    Un saludo.

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  28. Hay algo en la entrada que me recuerda a determinada persona que dice que tiempos pasados fueron mejores. Siempre claro está refiriéndose a los tiempos de la dictadura. Me harta oirle decir que si ahora no sabemos lo que es libertad, que la gente necesita disciplina.... en fin, seguimos escuchando sandeces de este tipo. Sigue habiendo nostálgicos de un tiempo que muchos intentan desterrar de su memoria porque solo recordar, duele.
    Besos

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  29. Arantza: seguro que era amigo de aquel político que dijo con toda su cara que "en España se vivía plácidamente". Hay que tener cara, desvergüenza y poca memoria. O ser un fascista convencido.
    Un saludo.

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  30. La historia la escriben los vencedores y para que su versión sea oficial y oficiosa se callan las voces de los vencidos.
    Ha sido, es y, lamentablemente, será.

    Un abrazo

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  31. Así es Javier. Las opiniones que no interesan se silencian o se destierran. La ley del más fuerte.
    Un saludo.

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  32. De mis recuerdos tan frescos desde el 76 hasta el 80 que fue la etapa mas dura de la represión tengo tambien alguna anecdota que sería graciosa sino fuera terrible todo el contexto,yo trabajaba en un banco, el area de tesoreria,cuando no atendia la ventanilla andaba arriba de los camiones transporta caudales de un lado al otro y me cuidaba muchisimo de hablar de cualquier cosa como conte antes,y pese a ello algo se debia olfaltear, sea por no entrar en comentarios agresivos o por lo que sea, recuerdo que un dia,un custodio retirado de una fuerza armada me dijo:el problema con ud es que tiene IDEAS
    ¿ideas ?pregunte ¿como ideas? ¿como no se va a pensar sin ideas?
    -¿ve ? me dice el tipo,esas pregunta que Ud hace demuestra ideas ideologicas.
    juaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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  33. Nando: aquel era un poco bruto y más simple que el asa de un cubo. "Ideas ideológicas", faltaría más.
    Un saludo.

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  34. Todo eso sigue pesando ¡y cómo! Ahí está la ley de la memoria histórica, el mapa de las fosas comunes sin dados en algunas comunidades, la negativa a reconocer y resarcir a los asesinados y/o represaliados y lo que tenemos que oir tantas veces... En fin. Besos.

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  35. Muchos de los que transitaron el exilio exterior también también adoptaron el exilio interior.
    En nuestros mayores había silencios que no podíamos interpretar.
    Parece que sólo en Avenida de Mayo estaba a la venta el periódico :"España Republicana".
    Se dice que ... iban a buscarlo indefectiblemente para estar informados.A pesar de los silencios y el exilio no cortaron el vínculo con sus raíces ni con la ideología que habían abrazado.
    Es cierto : la división entre vencedores y vencidos fue tajante.Perseverantes :Otero, Hierro, Celaya...Nos dejaron la " palabra".Y la palabra es un testimonio.
    "La paz asentada sobre el miedo es , en realidad , guerra reprimida"(olvidé el autor)
    Conmueve este post.Nos impulsa a reflexionar acerca de las rejas que imponen los exilios.
    Un abrazo.

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  36. Duros son los exilios tal y como relatas, en estos momentos las nuevas formas de vivir sin libertad ideológica de este siglo XXI dónde pensar es el peor de los pecados y acatar la menos mala de las virtudes, nos convertimos en exiliados borregos que es lo que más interesa a cualquier Estado.

    Un abrazo

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  37. Malos tiempos para la cultura, monsieur. Un inconveniente más de las dictaduras, lamentablemente.

    Feliz dia

    Bisous

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  38. Isabel: eso ocurre cuando se hacen mal las cosas y quedan las heridas abiertas.
    Un saludo.

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  39. Carmela: mala experiencia esa de sentirse un extraño dentro o fuera de tu propia casa.
    Un saludo.

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  40. Senovilla: y no sólo interesa al Estado el que la gente sea borrega, sino a los grandes propietarios de este invento que se llama mercado. A ver quién es el guapo que se enfrenta a ellos.
    Un saludo.

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  41. OJT: buena pregunta.
    Hay quien dice que sólo responde ante Dios y ante la Historia.
    Un saludo.

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  42. Madame: como se dice ahora, efectos colaterales. No sólo te "apaña" la vida la dictadura sino que además no te deja el consuelo de poder leer alguna cosilla que te apetece.
    Un saludo.

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  43. No sé qué será peor: si el exilio a secas o el exilio exterior; no me gustaría sufrir ninguno, así que me pongo en la piel de los que sí lo experimentaron en su vida e intento ser capaz de sentir el sufrimiento, al menos, que padecieron a lo largo de su vida. No es nada, ya lo sé, pero de esta forma reconozco su valor ante una sociedad que les condenaba sin razón.

    Saludos

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  44. Carmen: eso es un tremendo ejercicio de empatía. Intentar ponerte en la piel de los que sí sufrieron realmente el exilio y el desprecio. Debió ser terrible.
    Un saludo.

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  45. Y luego estaba la censura, que podía recaer sobre cualquiera. Ser objeto de ella, y no me refiero a que se pudiera ver la pantorrilla de una señora o un casto beso en una película, podía significar en ingreso en alguna lista.
    Y digo esto porque no me gustaría escribir pensando que alguien que lo va a leer, pudiera llegar más allá de un simple "no me gusta". Un saludo.

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  46. Desde la terraza: lo que pasa es que algunos eran más listos que los censores y les colaban un gol de vez en cuando. Otros no tuvieron tanta suerte. Me estoy acordando de "La Codorniz" y las veces que secuestraron la revista.
    Un saludo

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  47. Retablo...: Unamuno decía "me duele España"
    Un saludo.

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  48. Igual que a mí, don Cayetano, igual que a mí.

    Saludos.

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  49. Los intelectuales de primera fueron muy bien acogidos en otros países, pero ¿cuántos maestros fueron depurados?
    Saludos

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  50. Retablo: el problema es que no damos con la medicina adecuada para que nos duela lo menos posible a todos. Unos confían en los analgésicos y otros en la cirugía.
    Un saludo.

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  51. Ay,Cayetano
    Llego tarde últimamente a tus interesantes lecciones.
    Aquello de los 25años de paz, lo recuerdo como una pre-adolescente qué no entendía el por qué.
    Recuerdo las miserias de la escuela unitaria a la que iba, la leche en polvo del desayuno y el queso holandes en bocadillo...
    A próposito de la referencia literaria,seguro que conoces El abrecartas de V.Molina Foix, lo leí hace un par de años y está muy bien. Retrata parte de la censura y otros avatares de los autores de entonces...
    Muchos besicos asiduo visitante de mi ventana.

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  52. Antorelo: los maestros depurados lo pasaron francamente mal y la calidad de la enseñanza pagó un alto precio. Muchos advenedizos y paniaguados del régimen ocuparon sus puestos sin vocación alguna.
    Un saludo.

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  53. Cabopá: ahora con mis alumnos trabajo la posguerra y la transición. De ahí estas entradas. Yo de la escuela me acuerdo más de los cantos patrióticos de y los rezos antes de las clases.
    Un saludo.

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  54. Javier: parece que tu comentario no quiere salir.
    Lo pongo a continuación:
    "El control de los medios, de la opinión, de la imagen, de la burocracia administrativa... es fundamental para mantener las mentiras y, además, ver el blanco donde sólo hay negro.
    Los tiempos de miseria y privación también son ricos en ingenio e imaginación: de esta época es la tortilla de patatas sin patatas ni huevos.

    Un abrazo"

    Este país siempre ha sido rico en escritores y en ingenio cuando las cosas han ido peor.
    Un saludo.

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