miércoles, 29 de mayo de 2019

Homeopatía literaria




De todos es conocido que la homeopatía se basa -supuestamente, claro- en administrar a un enfermo una dosis pequeña de una sustancia que en cantidades normales produciría el mal que se quiere combatir.
Una dosis elevada de mala literatura produciría en la persona embrutecimiento, desinformación, enajenación (véase el caso de Alonso Quijano); pero si administramos una cantidad pequeña podríamos curarla de su ignorancia, de su zafiedad, de su incultura, etc.
Supongamos que se somete usted a un tratamiento de homeopatía literaria.
El tratamiento a seguir sería el siguiente.
Primero va usted a leer Mis estudios solo me daban para limpiar escaleras. Por eso preferí salir en la tele y vivir del cuento. Solo cuatro páginas de las memorias de la petarda o del petardo de turno. Le vendrá muy bien, además, para hacer amigos y mejorar su autoestima.
La semana que viene leerá esto otro: el prólogo -nada más que el prólogo- de un libro de autoayuda que se titula Imprescindible para triunfar en los negocios y que la gente le admire.
A la otra semana, del ex presidente jubilado que vive de sus conferencias, libros y negocios familiares, disfrutará la página 124 de sus Memorias I, aunque no las haya escrito él.
A continuación, cuatro días después, toca el best seller de moda. Leerá tan solo de la página 16 a la 18. Hay mucho donde elegir: E. L. James, Danielle Steel, Nicholas Sparks o Paulo Coelho, por ejemplo.
Llegados a este punto, siempre que haya sobrevivido a las lecturas, tendrá buena capacidad para enfrentarte al siguiente reto: adquirir sensibilidad poética.
Cada día degustará una poesía distinta de las que vienen en los libros de las fiestas de los pueblos, hechas por septuagenarios sin estudios. Dignas de leer. ¡Pero solo una al día, más puede ser perjudicial!
La mala ortografía la curaremos con algunos recortes de prensa, cuando algunos expertos en redacción hablan de “detrás tuyo”, “absorver” o “preveer”.
Luego ya solo hay que esperar a que la terapia haga efecto.
Si ello es posible.


Texto publicado en La Charca Literaria

24 comentarios:

  1. Para mi es una terapia muy dura, te has pasado aun con pequeñas dosis, sobre todo lo del Pablo Coelho y las poesías/ripios de los pueblos. Pero lo mas insufrible es leer los recortes de prensa: cuesta creer que están escritos por personas con la carrera terminada.

    Un saludo, Cayetano

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí. Es dura la terapia. Pero los resultados son asombrosos.
      Saludos, Carlos.

      Eliminar
  2. Simplemente genial ironía.
    Jajaj, no olvides registrar esa fórmula magistral !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Emejota.
      Voy a ver si patento la fórmula.
      Saludos.

      Eliminar
  3. Bravo Cayetano, buenas recomendaciones. Los venenos literarios en pequeñas "diócesis" que las grandes ya nos las suministran los medios de comunicación.
    Abrazos
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
  4. Jajajajajajaja. ¡Genial!

    Besos
    ¡Me alegraste el dia!

    ResponderEliminar
  5. Excelente terapia Cayetano!!! Jajaaaaa!!! :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Laura. Procuro ponerla en práctica.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Como médico te digo que la fórmula magistral te ha quedado correcta :D

    Afortunadamente, tengo buenos médicos literarios...Entre ellos el dueño de este blog :D

    Saludos Cayetano...Un humor muy fino :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabes que hay mucho intrusismo, en medicina y en otros campos; pero en este caso la medicina es la letra. Así que me he permitido la prescripción facultativa a base de lectura.
      Un saludo, Manuel.

      Eliminar
  7. Sólo te puedo dar la razón. Y añado una cosa: hay que releer a los clásicos. Mi profesor de literatura siempre acaba con esta frase después de afirmar que cualquier persona que se atreva a juntar unas letras frente a un folio en blanco merece respeto. Otra cosa es bautizar como su obra de literaria.
    La verdad es que en las librerías hay demasiados libros al peso, con poca calidad. Ahora se llaman best-sellers porque los compran, y se supone que los leen, muchos lectores. Para mí esta etiqueta no es sinónimo de calidad.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda la razón. Generalmente el lector de best seller desconoce la literatura de los siglos XVI, XVII o XIX, por citar tres siglos muy importantes. No suele leer a los clásicos.
      Un saludo, Carmen.

      Eliminar
  8. Toda terapia es buena, porque permite comparar y aprender a discernir entre lo bueno y lo malo. Una vez alcanzado ese estado, a diferencia de otros excesos, no hay atracón de buena literatura que siente mal.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, no hay indigestión si lo que se come o se lee es bueno.
      Saludos, DLT.

      Eliminar
  9. Mucha ironía se ve por aquí jajaja. Hay terapias que son difíciles de llevar a cabo y en mi caso los Bets Sellers son infumables.
    Como dice por ahí arriba la compañera Carmen Gascón hay que leer a los clásicos, grandes maestros de la literatura.
    Un saludo Cayetano
    Puri

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Leer y releer. Siempre se aprende algo nuevo de ellos.
      Un saludo, Puri.

      Eliminar
  10. Cualquiera de tus recomendaciones me parece buena a pesar de la severidad de alguna, como la que aconsejas al ex-presidente (que también valdría para algún presidente).
    Esa de leer aunque sólo fuera una página, de sus propias memorias por mano ajena.
    Veo que el blog ya te permite los comentarios. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí. El tratamiento es duro, incluso despiadado; pero todo sea por los resultados finales.
      Un saludo, Ana.

      Eliminar
  11. Yo debo ser un bruto de tomo y lomo porque me gusta leer,pero lo que a mi me guste y los clasicos y poesia es algo que no me entra ni con cafe,y ya es decir porque me encanta,que le vamos a hacer...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo importante es encontrar una lectura que te guste, te satisfaga o te haga pasar un buen rato. Sobre gustos...
      Un saludo, Jose.

      Eliminar
  12. Propones no una terapia sino una tortura. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tortura a pequeñas dosis. Luego uno recoge los frutos. O no. Ya sabes que en esto de la homeopatía hay mucho camelo.
      Un saludo.

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.