lunes, 14 de diciembre de 2015

Cuestión de higiene


Por sugerencia del amigo Nando Bonatto.

A lo largo de la historia, la realidad ha impuesto una obligación poco agradable pero necesaria, como es limpiarse el trasero de una u otra manera. 
En los baños públicos de la antigua Roma la gente se limpiaba y refrescaba el "asunto" con una esponja "colectiva" atada a un extremo de un palo y metida en un balde o cubo de agua con vinagre o sal. Lo de la esponja atada al palo sería seguramente para que nadie se llevara semejante “trofeo” como recuerdo. 
Entre las gentes del campo que no tenían otra cosa a mano, las piedras también eran de uso frecuente en cualquier época y lugar. 
Hace décadas, en muchos pueblos de la geografía española, era costumbre ver un gancho o un alambre con hojas de papel de periódico preparadas para su última misión en la Tierra. Ningún periodista, ni publicación alguna, debería sentirse ofendido porque las noticias que escribió, luego de ser leídas, iban a parar a tal fin, porque, si bien es cierto que hay libertad de prensa para que cada cual comente lo que le venga en gana, no es menos cierto que también existe libertad para que el lector haga el uso que crea conveniente con lo que acaba de leer. 
Volviendo a tiempos pasados, señalar que la gente fina de antaño, como por ejemplo la aristocracia europea, usaba paños de algodón humedecidos en agua de rosas como instrumentos de limpieza tras hacer sus necesidades. 
Luego estaba esa fea costumbre regia de los que defecaban rodeados de toda la corte. Era un privilegio para la nobleza asistir al acto de la evacuación real de su majestad con todo el ruido del mundo y sus correspondientes olores. 
Como comentaba el amigo Javier Sanz

“Sólo el rey podía permitirse el lujo de disponer de un Groom of the Stool. Su labor consistía en la limpieza de las partes íntimas del monarca después de defecar y, aunque pueda parecer extraño, era motivo de disputas entre las familias de los nobles el hecho de que uno de sus miembros ocupase tan “distinguida” tarea. Compartir momentos tan íntimos llegó a convertir al “limpia culos” en un confidente real y, en algunos casos, secretario personal del rey.” 


En la Edad Moderna, como parece insinuar La Trinca en su célebre canción, aparece en Francia el bidé, donde el chorro refrescante de agua, dirigido convenientemente, reemplazaba a otros artilugios.
Hasta llegar al moderno rollo de papel, suave al tacto y a veces ligeramente perfumado, la humanidad ha tenido que experimentar con multitud de utensilios y artilugios para su limpieza diaria: trapos, papeles de periódico, hojas de lechuga, mazorcas de maíz, ramas, hojas de árbol, conchas marinas, cortezas de coco... A mediados del siglo XIX el empresario neoyorquino Joseph Gayetti sacó su "papel terapéutico", hojas humedecidas especiales para el baño. Tuvo poco éxito: el invento era algo caro para la época. Unos años más tarde, los hermanos Scott generalizaron y popularizaron el papel higiénico ya en rollos. Aunque les daba vergüenza que asociasen su apellido al invento y por eso no aparecía escrito en el paquete. A partir de entonces y ya en el siglo XX se extendió el uso del papel en rollo, primero en los EEUU y después por otros países. 
No obstante, no todas las culturas del mundo comparten la costumbre del papel higiénico. En muchos países árabes la consideran sucia y poco apropiada, prefiriendo la mano izquierda, usada directamente para tal menester, enjuagándola después. De ahí la costumbre de comer con la derecha o de saludar con la misma mano. Usar la otra se consideraría un agravio.

30 comentarios:

  1. Ya hemos discutido esto en el muro, pero sigo en mis trece: la esponja atada al palo me parece una opción ideal, pensando en la economía del hogar y como medio de evitar que los papeles produzcan atrancos; luego vendrá lo de romano o marrano...

    Un abrazo.

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    1. Lo malo son las familias numerosas y si hay perro en casa.
      Por lo demás, una solución como cualquier otra. Y lo de los atrancos se evitaría.
      Un abrazo, Paco.

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  2. Benditos sean los Scott. Leyendo lo de la esponja con el palo me he quedado muerta. Su recuerdo me perseguirá toda la semana allá donde vaya. Pero ya lo de la explicación sobre comer y saludar con la derecha ha terminado de ponerme la comida del revés.
    Como dice Javier, había disputas por hacerse con el puesto, sí. En tiempos de Luis XIV llegaban a pagar dinerales por hacerse con él, por el prestigio que daba. Apunto que el rey se limpiaba con algodón, Richelieu con cáñamo y madame de Maintenon con lana merina.

    La imagen con que nos ilustra, por cierto, impagable.

    Feliz comienzo de semana.

    Bisous

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    1. Estos gabachos eran muy finolis. Don esté un buen periódico de tirada nacional...
      Un abrazo, madame.

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  3. Lo de las conchas marinas y las cortezas de coco me ha producido hasta dolor....Una entrada muy divertida.
    Saludos

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  4. Hace unos 20 años me chocó un artículo que leí sobre China. decía que se estaba disparando la venta de papel higiénico y que eso era un indicador de que se estaba desarrollando, ya que la población tenía excedente de dinero para usarlo en estos menesteres al no ir demasiado justos para sobrevivir. Y parece ser que acertó, cuantas mas personas no usan todo lo que citas, parece ser que va mejor el país. También funciona al contrario, por supuesto. ¿Para cuando estadísticas del INE al respecto?

    Un saludo

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    1. Menudos atrancos habrá con tantos usuarios.
      Saludos, Carlos.

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  5. En Estados Unidos no existe el bidé único método para la higiene.Ahora no sé como se puede vivir sin el..

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  6. Quizás es que empiezo a ser mayor. Recuerdo esos ganchos que mencionas con hojas de periódico recortadas ( había algunas que deteñian tinta de impresión ). Creo que de ahí proviene mi afición a la lectura en el excusado. Y también una infausta marca de papel higiénico muy popular en los setenta, cuya textura era de papel de embalar, y que al desgraciado usuario le parecía papel de lija.

    El sector aldeano de la familia me comenta que añadas las hojas de col a la panoplia de sucedáneos. Eran el antecedente directo de las toallas húmedas.

    En esto si que hemos progresado, si.

    Un abrazo.

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    1. El que más desteñía de todos era "El Pueblo", el de Emilio Romero. Vaya porquería de tinta que usaban. Te ponías perdidos los dedos cuando leías el periódico. Me imagino cómo te dejaba el tercer ojo.
      Muy bueno lo de las hojas de col. Me imagino que serían las verdes. Las otras no, que eran para comer.
      Un abrazo, Rodericus.

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  7. La mejor de todas es la costumbre japonesa de los chorritos en los retretes que refrescan, limpian y dan gustito...o eso dicen los que lo han probado, que yo, pobre de mi, no he salido apenas de mi España natal.
    Un saludo

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    1. Estos japoneses con tal de ahorrar espacio inventan lo que sea. Habrá que ir a Japón a probar.
      Un saludo, Carmen.

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    2. El uso del papel de baño, surgió no solo por convertirnos en sedentarios, sino además por el aumento de las grasas y carbohidratos en la alimentación. Eso hizo que fuesen más "blanda" y "manchan". De mantener la dieta correcta, no sería necesario "limpiarse", puesto que la cantidad de fibra hace que sea más "compacta".

      En todo caso, la taza del water tampoco debía usarse...Mejor en cuclillas...evita hemorroides...

      Saludos

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    3. Esto que cuentas me lo dijo también un cirujano que era un experto en extirpar hemorroides. La culpa de todo, además de la dieta, la tiene el hecho de que algunos convierten el baño en una sala de lectura. La taza es peligrosa.
      Un saludo, Manuel.

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  8. Que cosas tan interesantes nos cuentas Cayetano, yo recuerdo de pequeña cuando íbamos de veraneo al pueblo, si nos pillaba en pleno campo nos limpiábamos con un helecho ( aquí en galicia se llaman Fentos) y todos tan contentos.
    Un abrazo
    Puri

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    1. El campo provee de todo lo necesario cuando hay una urgencia. Remedios naturales en un medio natural. Pobres helechos. Menos mal que hay muchos.
      Un abrazo, Puri.

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  9. Y qué decir del popular Elefante, el paquidermo no, el rollo, de contacto tan desagradable y áspero en contraste con la suavidad de nuevo Scottex y su cachorrillo travieso.
    Un saludo.

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    1. Y mira que era malo y responsable de mil y un atascos.
      Un saludo, DLT.

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  10. Cayetano, tus doctas referencias me han dejado en un sin vivir en mí, con la esponja colectiva persiguiéndome en plan Harry Kruger.
    En cuanto a ciertas cortes, no sé si ese oficio de limpia culos dio paso al sustantivo lameetcétera, pero no me extrañaría. Ya sabes que un trepa de ley es capaz de todo con tal de destacar...

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    1. Afortunadamente, la esponja no tiene patas para perseguirnos en nuestros sueños.
      Y no te falta razón, que de limpiaculos algunos hayan ascendido a mejores puestos e incluso más denigrantes. No hay peor suciedad que la ética o moral.
      Un saludo, Ana María.

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  11. Un amigo lo destinaron a una cortijada de maestro. Se hospedó en una de las pocas casas que había y preguntó por el servicio. El dueño lo llevó al campo y le dijo: "Desde aquí hasta lo alto de aquellas sierras, todo es servicio". Saludos

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    1. Sírvase usted mismo. De ahí el dicho de algunos pueblos: voy a tirar los pantalones. Y piedras y hojas o helechos siempre hay.
      Un saludo.

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  12. Eso de una esponja "colectiva" atada a un extremo de un palo y metida en un balde o cubo de agua con vinagre o sal...parece surrealista.
    Y lo del " limpia culos " convertido en " confidente real"... me parece que, metafóricamente ,sigue existiendo....( Aquí lo llaman " lame culos")...
    Un abrazo.

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    1. De ahí debe venir. También le decimos nosotros lo de "lame culos"
      Un abrazo.

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